Ayuda a tu salud en la 3ª Edad con el desayuno
Ayuda a tu salud en la 3ª Edad con el desayuno

A veces pensamos que el desayuno es algo que podemos saltarnos o dejar “para cuando haya tiempo”. Pero la crononutrición —que básicamente estudia cómo los horarios influyen en nuestra salud— nos recuerda algo importante: no solo importa qué comes, sino cuándo lo comes.
Y aquí viene lo interesante: varios estudios muestran que desayunar temprano puede ayudar a vivir más y mejor, especialmente en la adultez mayor. No estamos hablando de cambios radicales ni de dietas complicadas. Solo de adelantar ese primer bocado del día.
¿Por qué es tan beneficioso? Porque al comer temprano le das a tu cuerpo una señal clara de que es hora de ponerse en marcha. Tus ritmos internos —sí, ese “reloj” que regula energía, digestión y estado de ánimo— funcionan mejor cuando los sincronizas con tus comidas. Y eso puede traducirse en más vitalidad, mejor humor y un menor riesgo de enfermedades metabólicas.
Además, un buen desayuno temprano ayuda a activar el metabolismo, mejora la concentración y evita esos picos de hambre que luego hacen que comamos cualquier cosa a media mañana.
No se trata de complicarse: un yogurt con fruta, unas tostadas con algo nutritivo o simplemente un desayuno que disfrutes. Lo importante es darle a tu cuerpo ese impulso temprano que necesita.
Así que si estás buscando un hábito sencillo para mejorar tu bienestar diario, prueba esto: pon el despertador unos minutos antes, siéntate a desayunar con calma y disfruta ese momento para ti. Tu cuerpo —y tu día— lo van a notar.











