Disfagia: pautas esenciales para elaborar dietas adaptadas
Disfagia: pautas esenciales para elaborar dietas adaptadas

La disfagia es una alteración que dificulta la capacidad de masticar o tragar alimentos con normalidad. Es un problema frecuente en personas mayores y en quienes presentan determinadas patologías neurológicas. Por ello, ofrecer una alimentación adecuada y segura es fundamental para evitar complicaciones como atragantamientos, desnutrición o deshidratación. Hoy, desde Residencia Comunidad de Valencia, os hablamos de ello.
Disfagia: pautas esenciales para elaborar dietas adaptadas
Las dietas adaptadas para personas con disfagia permiten que la comida sea más fácil de ingerir sin renunciar al placer de comer. Una de las claves está en la textura: los alimentos deben presentarse de forma homogénea, suave y sin grumos. Entre las preparaciones más habituales destacan los purés, las cremas, los triturados y alimentos de textura modificada, siempre ajustados al grado de disfagia de cada persona.
Otro aspecto importante es la hidratación, que también puede verse afectada. Para garantizarla, se utilizan líquidos espesados que facilitan la deglución y reducen el riesgo de aspiración. Estos espesantes permiten adaptar el agua, los caldos o los zumos a la consistencia necesaria, manteniendo una correcta hidratación diaria.
La planificación de una dieta segura debe realizarse con la ayuda de profesionales: nutricionistas, logopedas y equipo médico, quienes valoran el nivel de dificultad y aconsejan los alimentos más adecuados. Además, es esencial mantener un ambiente tranquilo durante las comidas, fomentar una postura correcta y ofrecer porciones pequeñas para facilitar el proceso.
Con una dieta adaptada, las personas con disfagia pueden seguir disfrutando de comidas sabrosas y nutritivas, mejorando su bienestar y reduciendo riesgos. Una alimentación segura es, siempre, sinónimo de calidad de vida.











